lunes, 28 de noviembre de 2011

EL CONOCIMIENTO COMO BASE DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Mantenerse apartado del conocimiento será cada vez más difícil para nuestra sociedad, sobretodo en la época que vivimos donde los descubrimientos no solamente se producen en forma acelerada sino que afectan profundamente nuestra vida cotidiana. Un ejemplo de eso lo estamos viviendo desde finales del mes de febrero con la clonación de la oveja Dolly en Escocia, y la posibilidad de realizar el mismo tipo de experimentos en humanos. En ese mismo campo de la biotecnología nos hemos acostumbrado a ver a menudo en los medios de comunicación, reportajes sobre genes que causan, o se asocian, a toda una variedad de enfermedades entre ellas el cancer, la arterioeclerosis, la diábetes, Alzheimer, o las cardiovaculares. Pronto seran noticia aquí los llamados genechips para el despistaje rápido de esos genes defectuosos, o para explorar las riquezas subyacentes en la biodiversidad de los países tropicales como Venezuela.


Con esta parafernalia tecnológica será posible hacer predicciones sobre la salud de los ciudadanos, sin que estos se den cuenta, o sobre los riesgos de una población entera ante un futuro cambio en su medio ambiente promovido por fuerzas enteramente externas a esa comunidad. Con la modificación genética de las plantas para hacerlas resistentes a pestes o a herbicidas, se incrementará notablemente el rendimiento de muchos cultivos que son esenciales para la alimentación del venezolano, o se pondrá en peligro toda una región agrícola donde pueda haber una transferencia de esos genes introducidos al arroz, por ejemplo, a una mala hierba relacionada genéticamente con esta gramínea.



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